Desde su fundación, la abadía de Conques no ha cesado de recibir peregrinos que llegan de todas partes de la Europa cristiana, a venerar las reliquias de Santa Fe.
Desde su fundación, la abadía de Conques no ha cesado de acoger peregrinos, que llegan de todas partes de la Europa cristiana, a venerar las reliquias de Santa Fe. El libro de los Milagros da prueba de este fervor popular. A esos peregrinos, se unieron progresivamente, desde el siglo XI, los que llegaban a Santiago de Compostela en Galicia. Ellos tomaban la ruta del Puy en Velay (via Podiensis), uno de los cuatro ejes de mayor circulación. Hoy en día, este entusiasmo, surgido hace más de mil años, no ha mermado. A los peregrinos tradicionales se unen además caminantes del siglo XXI que, por múltiples razones, toman, cada día más numerosos, este itinerario cultural. Ocasión privilegiada para encuentros humanos y descubrimientos de un excepcional patrimonio arquitectural y artístico.
La Guía del Peregrino, un manuscrito en latín del siglo XII, evoca en esos términos la etapa principal de Conques y los beneficios de su santa patrona: « el preciado cuerpo de la bendita Fe, virgen y mártir, fue enterrado con honor por los Cristianos en un valle llamado vulgarmente Conques ; se construyó una bella basílica en la cual, para la gloria de Dios, hasta la actualidad la regla de San Benoît es observada cuidadosamente; muchos milagros se han realizado a personas sanas y a enfermas; delante de las puertas de la basílica corre una excelente fuente que sus virtudes son más admirables de lo que se pueda decir. Su fiesta se celebra el 6 de octubre.»
La convención del patrimonio mundial es un tratado internacional realizado en 1972 entre los Estados y las Organizaciones de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Sus objetivos son asegurar la identificación, la protección, la conservación, la valorización y la trasmisión del patrimonio a las futuras generaciones. El patrimonio inscrito en esta Lista del Patrimonio Mundial representa una riqueza inestimable e irremplazable para la Humanidad entera. Su preservación es un factor importante de valorización y de mantenimiento de la diversidad de las culturas humanas y de su entorno. La acción a favor del patrimonio se inscribe en el objetivo de promover un espíritu de paz gracias a la preservación de la diversidad cultural y por el diálogo entre las culturas sin tener en cuenta las diferencias.
En 2015, Francia cuenta con 41 sitios culturales o naturales entre los 1031 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.
La abacial Santa Fe y el puente de los peregrinos sobre el Dourdou están inscriptos en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en la parte relacionada con los caminos de Compostela en Francia.
Desde 1987, los antiguos caminos de peregrinaje hacia Compostela están reconocidos como un itinerario cultural por el Consejo de Europa.